El impacto de la activad fallera durante los 365 días al año, las sinergias culturales y económicas son destacadas en el informe

Más de 100 años de historia fallera, el episodio de la Tombà de les falles de 1957 y el Traslado de la Mare de Déu son algunas de la singularidades de la fiesta

Las fallas de Torrent han recibido hoy el mejor regalo a las puertas de la fiesta grande. El Pleno del Consell ha aprobado declararlas Fiestas de Interés Turístico Autonómico, de conformidad con el Decreto 119/2006, de 28 de julio, del Consell, regulador de las Declaraciones de Fiestas, Itinerarios, Publicaciones y Obras Audiovisuales de Interés Turístico de la Comunitat Valenciana. Así pues, la fiesta más multitudinaria de la capital de l’Horta Sud recibe este reconocimiento por su demostrada antigüedad con más de 100 años de historia, el arraigo, valor cultural y tradición, así como singularidades propia de la fiesta, como el Traslado de la Mare de Déu o el suceso de la Tombà de las falles en 1957. Más de 7.000 falleros trabajan durante 365 días al año y ofrecen a la ciudad un calendario periódico de actividades nutrido de actividades culturales, deportivas, de ocio y difusión para el disfrute de torrentinos y visitantes.

Una comisión de expertos estuvo trabajando durante todo un año para confeccionar el expediente basado en 13 puntos que se subdividen en otros hasta un total de más de 1.000 páginas con anexos y material audiovisual donde se recopila la historia y evolución de la fiesta fallera en la capital de l’Horta Sud. Así pues el expediente consta del Informe para la declaración de las fallas, el certificado de antigüedad, el de la periodicidad de las fiestas, el del censo fallero y la población. Así como un informe de la atracción de visitantes, estimado en 133.663 personas durante los días grandes, que pueden disfrutar de nueve alojamientos hoteleros en Torrent, Alacuás, Aldaia y Picanya y 111 establecimientos de restauración en Torrent de acuerdo con las bases de datos de Turismo.

El expediente se cierra con documentación complementaria, con investigaciones sobre la imagen de las fallas a través de sus carteles de falla históricos; la importancia de la fiesta torrentina en la prensa valenciana y local, así como un apartado destacado con todas las publicaciones falleras locales: como el libro oficial de fiestas (El Granerer) que se edita anualmente desde 1973; la Revista d’Informació Fallera (RIF) y una completa catalogación sobre los llibrets de falla de la capital de l’Horta Sud. Dicho catalogo fue editado este año, donde se incluía un profundo estudio de las etapas y los ejemplares más destacados de este género de la literatura fallera torrentina, en 85 años de historia. El primer llibret editado en Torrent data de 1928 y en 2014 superó la barrera de más de 1.000 llibrets editados en la ciudad.

La última disposición del expediente recoge las 34 adhesiones de fallas, fiestas hermanas, fallas de otras poblaciones de la Comunidad Valenciana, entidades culturales y asociativas de la ciudad que se han sumado a la petición. La alcaldesa de Torrent, Amparo Folgado, ha querido felicitar a todos los torrentinos y dar la enhorabuena a “los miles de falleros y falleras de Torrent que con su esfuerzo, trabajo y dedicación, hacen que las fallas de Torrent sean cada vez más grandes y reconocidas fuera de nuestra ciudad.”

Más de 100 años de fallas torretinas

La primera falla plantada en Torrent data de 1900, tal y como recoge el diario El Torrentino el 25 de marzo de esa fecha. Muestras de este pasado festivo aparecen en el informe histórico en el que se aportan datos sobre este cadafal plantado en el carrer cambrils. A su vez, el informe aportaba un estudio sobre la tradición del fuego en la ciudad y los orígenes de las fallas. Son los conocidos pallassos de Torrent, ninots realizados en paja, aderezados con connotaciones satíricas, que colgaban de las fachadas de las casas de Torrent y se quemaban  en la víspera de San José o Sant Antoni.

Cabe destacar como hecho singular propio de la fiesta fallera de la ciudad el episodio de la Tombà de les falles de 1957, cuando las autoridades, influidas por la iglesia, prohibieron los bailes y los falleros, con carácter temperamental, decidieron tumbar sus propios monumentos falleros. Las fuerzas del estado intervinieron para clamar esta revuelta que llegó a interpretarse como resistencia a la propia dictadura. Tras ese episodio se prohibieron las fallas en Torrent de manera oficial hasta 1968. El traslado de la imagen de la Mare de Déu hasta la plaza de la iglesia en la tarde del 16 de marzo es otro de los actos principales dentro del calendario fallero y que la diferencia del resto de ciudades. Todas las fallas de la ciudad, vecinos y visitantes participan de este emotivo acto lleno de fervor popular.

Recorrido administrativo

El expediente ha sido redactado por un grupo multidisciplinario formado por el bibliotecario archivero del Ayuntamiento de Torrent, Ramón Sanchis, junto al cronista de Torrent, Pepe Royo, así como investigadores locales, como: Salvador Ciscar, Aitor Sánchez, Emilio García, Adrià Bessó y la corrección lingüística de Anna Gascó. En mayo de 2014 se presentó el citado expediente en comisión informativa del Consejo Rector del Organismo Autónomo Municipal de la Junta Local Fallera de Torrent (formada por representantes de las fallas y los grupos políticos con representación municipal). De ahí pasó a la comisión informativa de Cultura y posteriormente el dictamen se elevó al pleno municipal. Aprobado en sesión plenaria, el expediente pasó a la Conselleria de Economía, Industria, Turismo y Empleo, encargada de evaluar y conceder finalmente el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Autonómico.

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