“¿Recortes? ¿Qué recortes?, no hay ningún recorte”, estas son las preguntas y respuesta que desde el Consell nos lanzan a raíz de las diversas informaciones sobre el frenazo en los gastos e inversiones de la Generalitat Valenciana que en los últimos meses han surgido en el marco del tema de los ingresos a cuenta y retenciones que el gobierno central está practicando sobre la financiación de las Comunidades Autónomas.
La reunión que el President de la Generalitat mantuvo el pasado mes con la Ministra María Jesús Montero evidenció que el gobierno en funciones del Sr. Sánchez no tiene ninguna intención de desbloquear las tan necesarias entregas a cuenta a las CC.AA., por lo que indudablemente, el Consell de Ximo Puig se verá abocado a un ‘ajuste’, como prefieren llamarlo desde el Palau de la Generalitat, en las inversiones y gastos en nuestra Comunidad. Con esta situación, el gobierno autonómico, previsiblemente, habrá de prorrogar los presupuestos de 2019 en el año 2020, tal y como ya avisó la Vicepresidenta Oltra. En palabras del President de la Generalitat, el recorte se realizará en ‘partidas que todavía no se hayan ejecutado’; y ahí es donde Torrent entra en escena.
Inversiones anunciadas a bombo y platillo por el Gobierno de Ros, aunque correspondientes al presupuesto autonómico, ahora pasan, o más bien, se mantienen, en el limbo de las promesas incumplidas, y un año más, los torrentinos tendrán que esperar para verlas, en el mejor de los casos, empezar. En este nuevo contexto, que tampoco cambia mucho del existente antes de la reunión Montero-Puig, el puente que uniría la CV-36, Radial Valencia-Torrent, con C/ dels Mauros seguirá sin poder cruzar el barranco, infraestructura que recordemos aparecía en los Presupuestos de la Generalitat Valenciana del presente año con un mísero 0,9% del total de su coste. El tan esperado Centro de Salud proyectado en Parc Central, con el nuevo panorama de recortes y ‘ajustes’ del Consell, pasa también a ser candidato a quedar en el ostracismo de la inversión pública. Y nuevos anuncios como el que daba la semana pasada el Alcalde Jesús Ros, referente al compromiso de la Conselleria de desmantelar la planta de Gestión Medioambiental de Residuos S.A. (GEMERSA), nacen ya con una dudosa viabilidad para el próximo ejercicio, ya que no habiendo partida presupuestaria en 2019 para ello y con unas previsiones de prórroga de los presentes presupuestos, ¿me quieren decir ustedes cómo va a dotar presupuestariamente la Generalitat esta actuación? No podemos olvidar, en cuanto al Palacio de Justicia, que, para el inicio de su construcción, el consistorio ha adelantado casi 700.000€ correspondientes a la Generalitat Valenciana, a parte de los 835.000€ destinados al acondicionamiento de la parcela también desembolsados por el Ayuntamiento de Torrent; 684.000€, en concreto, que las arcas municipales han sufragado sin ser de su competencia y que no retornarán, previsiblemente, en todo 2020.
Ojalá me equivoque, pero desgraciadamente, el futuro económico más próximo de nuestra Comunitat y nuestra ciudad para nada es halagüeño, entre el secuestro fiscal que el Gobierno de Sánchez está practicando sobre las Comunidades Autónomas y la ambigüedad del Consell de Puig para solicitar a su jefe en Madrid lo que es nuestro, lo que por ley nos corresponde en cuanto a financiación, dejando a un lado si esa financiación es justa o no, que eso da para mucho, y más.
Amparo Folgado Tonda, portavoz del PP
Artículo publicado en La Opinión de Torrent del 19 de octubre de 2019