Gozalvo: “el PSOE, con el dinero de todos, pretendió vender su gestión y su programa electoral a los vecinos de Torrent, aunque de poco les sirvió, a un precio, que conozcamos, de más de 50.000€; un gasto en publicidad que ha quedado para coger polvo debajo de escaleras y almacenes”

Los populares de Torrent han denunciado que, el anterior consistorio gobernado por Ros y el PSOE, gastó en publicidad de su Plan Ficus, la cantidad de 52.076,45€, un folleto informativo que repartió a todas las casas de Torrent, como información municipal, pero que era un completo programa electoral para el PSOE, costeado por todos los torrentinos.

Ahora, según desvelan desde el PP de Torrent, una gran tirada de estos libros informativos del Plan Ficus se encuentra en cajas, repartidos por diferentes estancias municipales, en el ostracismo y sin ver la luz, a pesar de su desmedido coste para las arcas municipales; una publicidad que no solo constaba de libros, sino que también contó con coloquios y otros materiales.

El Secretario General de la formación popular en la capital de l’Horta Sud, Jose Francisco Gozalvo, ha manifestado que “el PSOE, con el dinero de todos, pretendió vender su gestión y su programa electoral a los vecinos de Torrent, aunque de poco les sirvió, a un precio, que conozcamos, de más de 50.000€; un gasto en publicidad que ha quedado para coger polvo debajo de escaleras y almacenes”. 

El despilfarro del gobierno de Ros hasta mayo, y en año electoral, ha supuesto que, a estas alturas, no quede casi de nada del superávit municipal, por lo que el actual gobierno local no dispone de remanente para dedicar a inversiones, que en muchas situaciones son de carácter urgente, debido al abandono de la ciudad durante 8 años del PSOE.

Un Plan Ficus sin criterio alguno

El PP de Torrent también ha querido recordar que, el Plan Ficus de Ros, fue un compendio de derroches y deseos urbanísticos del anterior primer edil. Entre las actuaciones recogidas en este programa figuraba un plan de asfaltado, que ha costado 5 millones de euros y que pavimentó vías públicas en perfecto estado y recientemente urbanizadas, dejando sin renovar tramos muy deteriorados de esas mismas calles.

En definitiva, este plan aglutinaba los inmuebles y locales municipales que Ros compró durante 8 años, que no tenían uso ni finalidad concreta, como los locales de Federico Maicas, el edificio de la Malagueña o el Cine Cervantes, además de sus próximas ensoñaciones inmobiliarias o de ‘ximo-anuncios’ de Puig pagados por todos los torrentinos, como la Agencia de Seguridad Ferroviaria.

Según afirman los populares, gran parte de los proyectos de este plan eran sufragados por fondos europeos, por lo que la inversión real del gobierno de Ros era superflua.

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